El gran plan de salvación de Yahwéh para la gente solamente se logra a través de Su Hijo Yahoshúa nuestro Mesías y demostramos que lo aceptamos cuando observamos sus días sagrados y sus días de fiesta, (Levítico 23; Números 28-29).
Los mandamientos (las leyes) sobre sacrificar animales y ofrecer sangre por los pecados en el templo, ya no son necesarios; fueron substituidos y cumplidos por Yahoshúa, el Cordero de Yahwéh, (Juan 1:29; Hebreos 8-10). Ahora nuestros sacrificios son espirituales, (Romanos 12:1 Hebreos 13:15-16; 1Pedro 2:5). La circuncisión verdadera siempre ha sido la obediencia del corazón, (Deuteronomio 10:16; 30:6-8; Jeremías 4:4; 1Corintos 7:19; Gálatas 5:6; Filipenses 3:3).
A través del espíritu santo que reside dentro de nosotros, ahora es posible cumplir Sus mandamientos con la fe en Yahwéh, (Deuterenomio 7:9; Salmos 119:160; Mateo 5:17-19; 19:16-19; Efesios 2:8-10; 1Juan 3:21-24).